Os tengo que dar una mala noticia a todos los que estáis encantados con el nuevo logo plano de Google. No es plano. Si abrimos la imagen, la desaturamos y le forzarmos un poco los niveles nos encontramos con esto:
¡Horror! Los colores son en realidad degradados.
Bromas aparte, yo la interpretación que hago es que hacer que algo complejo parezca sencillo es mucho más complicado de lo que la gente piensa. (Mi posición en la guerra entre minimalismo y skeumorfismo mejor la dejo para otro día.)